Nuestro cuerpo es nuestro templo, nuestra más preciada pertenencia, y al ser lo más preciado debemos de cuidarlo y amarlo para que nos de muchos años de vida sana y plena.
Y aunque sabemos que debemos mantener nuestro cuerpo sano y cuidarlo consumiendo alimentos sanos, en ocasiones (por no decir casi siempre), en una gran mayoría de los casos elegimos convertirlo en un carnaval de grasas, azúcares, comida chatarra, exceso de alcohol, harinas y muchas cosas más.
La limpieza de tu cuerpo es simple cuando se toma lentamente, cuando te enfocas en agregar poco a poco en vez de querer hacerlo todo a la perfección desde el inicio y cuando aún te permites de vez en cuando una golosina y diversión.
Tómalo con calma, ten sentido del humor y disfrútalo. ¡Manténlo simple y si lo arruinas, no te rindas! No pasa nada. Salga a caminar, vuelve a enfocarte y ¡simplemente comienza de nuevo! El resto de tu vida es un viaje largo e interesante, ¡así que disfrútalo con la salud, la energía y la vitalidad que mereces!